ALFREDO NARANJO
¿¿La vena artística viene de familia o dónde nace esa pasión por la música?
Somos una familia de carácter humanístico; por ejemplo, tengo tíos a los que les gusta escribir poesía, todos melómanos empedernidos.
¿Qué le agradece a su oficio?
Dios me dio este don y todos los días del mundo -a pesar de que pasé por etapas muy difíciles, como todos-, me convenzo de que ha sido el regalo más lindo que he podido recibir. Ser músico y expresarme con el lenguaje sonoro llena toda mi vida.
¿Cuál sonido en particular le gusta escuchar?
Vivo cerca de una montaña y tengo un bonsái en el balcón donde todas las mañanas pongo cambur y pan rallado para que los pajaritos vengan a comer. Me despiertan todas las mañanas, cuando van a desayunar. Escuchar ese primer sonido del día me encanta.